Día 5: Nápoles (museos)

El desayuno se realiza en el salón comunitario, pero ninguno de los días coincidimos con nadie; tienes leche, zumos, infusiones, bollería y alguna tarta; nosotros nos declinamos por un chocolate, un capuchino y unos bollos. El desayuno no es gran cosa, a algunos les puede parecer insuficiente, pero no es nuestro caso, nosotros con ese desayuno vamos bien.

Sobre las 9 salimos, fuimos directos a la Oficina de Turismo, con la intención de comprar la tarjeta turística (Napoli, Campania Arte Card), pero nos dijeron que allí no la vendían y nos mandaron a otro sitio, que resultó que estaba cerrado; así que descartamos comprarla.

Pasamos nuevamente por la Oficina de Turismo a preguntar donde se compraban los billetes del transporte público, y nos dijeron que en los quioscos de prensa, así que en el primero que vimos compramos un par (1’50 € cada uno).

Íbamos a coger el bus para ir a nuestro primer destino, pero una vez en la parada, como no sabíamos lo que tardaría, decidimos ir andando, al final no fueron más de 15 minutos. Para llegar a la Basílica di Santa Maria della Sanità, cuando llegas a Corso Amedeo di Savoia, cruzando un puente verás la Basílica bajo, en el mismo puente hay un ascensor que te permite bajar, y nada más salir a la derecha está la Basílica.



La primera visita del día era las CATACUMBAS DE SAN GAUDIOSO, de origen romano. Horario: 10 a 1, las visitas son cada hora con guía. Precio: 8 €, la entrada es válida también para las Catacumbas de San Genaro.


Tuvimos que esperar bastante, aunque el tiempo se hizo bastante ameno porque al preguntarle a una monja si las taquillas de las Catacumbas estaban allí, nos estuvo enseñando detalles y contando cosas de la iglesia.





Comenzamos la visita a las 11, estábamos solos pero cuando ya nos disponíamos a comenzarla, se sumaron dos franceses bastante desagradables, que se empeñaron en hacer la visita en francés, y lo consiguieron; cuando tienen anunciado que las visitas son sólo en italiano e inglés.







Tras esta visita, subimos en el ascensor y continuamos de nuevo andando por Corso di Amedeo di Savoia, que se acaba es una especie de plaza ovalada, allí hacia la izquierda por Via Capodimonte, llegamos a las otras Catacumbas, tardaríamos otros 15 minutos.

Según los horarios que habíamos visto, pensábamos que tendríamos que esperar casi 1 hora para la visita de las CATACUMBAS DE SAN GENARO, pero iba con retraso y llegamos. Horario: 10 a 5, las visitas son cada hora con guía.

Hasta aquí se puede llegar con varios autobuses: R4, C63 y 178.

La visita comenzó a las 12’15 (cuando en realidad debía haber comenzado a las 12), estas son más famosas que las anteriores y se notaba, seríamos unas 30-35 personas, y duró unos 35 minutos. Estas catacumbas son más grandes y más espectaculares que las anteriores.




Al finalizar la visita te ofrecen salir por Via della Sanita (te abren una puerta) o volver arriba (donde están las taquillas). Nosotros decidimos volver arriba, pero la idea no fue muy buena, porque ni estaba abierta la iglesia, ni encontramos un camino que nos habían comentado en la taquilla que según ellos estaba muy bien. Así que volvimos por donde habíamos llegado, bajamos en el ascensor, y cogimos Via della Sanita para ir acercándonos al centro.

A esas horas se había puesto a llover, seguimos caminando y atajando hacia el centro, pasamos por una zona de tiendas y mercado, bastante curiosa, que podríamos definirla un poco como la Nápoles profunda.

Ya acabando esta calle, encontramos un bar con menú del día y nos decidimos, Pizzería Trattoria La Campagnola, pedimos de primero pasta, y de segundo pechuga a la plancha y queso frito, más las cervezas y los limonchelos, costó 25 €; platos sencillos pero buenos.






Después de comer fuimos al MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL, que estaba muy cerca. Horario: 9 a 7’30. Precio: 8 €.


Este Museo tiene colecciones egipcias, griegas y romanas, encontramos bastantes salas cerraras, pero por lo menos lo que nos había llevado allí, los mosaicos, estatuas y demás objetos de Pompeya y Herculano, sí se podían visitar. A pesar de que no somos de entretenernos mucho y que habían bastantes salas cerradas, la vista nos llevó 1’30 horas.



Toro de Farnesio






Estatua del Gabinete Secreto (Pan y Cabra);
Pan era algo así como un dios o semidios de la Naturaleza

Paredes del Gabinete Secreto


Mosaico de Alejando Magno que fue encontrado en la Casa del Fauno de Pompeya

Detalle del mosaico de Alejandro Magno

Uno de los mosaicos de "ciudado con el perro" (cave canem) encontrados en Pompeya



Luego aprovechando que ya no llovía, callejeamos sin rumbo hacia al centro.


La ciudad esta llena de altares de todo tipo




Via San Gregorio Armeno, conocida como la calle de los belenes

Al llegar a los alrededores de nuestra casa, compramos algunas cosas, entre ellas un bingo que aquí lo llaman tómbola, y que se encuentra en muchos puestos.

Volvimos al hotel, descansamos un rato y programamos la ruta del día siguiente.

Salimos a tomar algo pero como no nos decidimos por ninguno, ya nos fuimos a cenar a L'Antica Pizzeria da Michele, una de las pizzerías más conocidas de Nápoles. Hay que entrar a pedir número, y esperar en la calle, luego van llamando; tendríamos poder delante unos 10 o 12 números, tardaríamos unos 15 minutos en entrar.

Compartimos mesa con una pareja local muy sosa, sólo hay dos tipos de pizza, así que pedimos una de cada (1 margarita y 1 marinara) más las 2 cervezas; nos salió por 12 €, más propina de la que no te escapas. Barato es y las pizzas son gigantes, aunque bastante normalitas; pero lo que no nos gustó es que aprovechan el espacio al máximo, lo de compartir mesa no importa, pero es que para pasar y guardar las chaquetas y el bolso está fatal. Desde luego no es de las que más recomendaríamos nosotros.



Paseíto de vuelta al hotel, que serían unos 15 minutos, y a dormir; no sin antes ver las previsiones del tiempo, donde parecía que nuevamente iba a salir el sol.

0 comentarios:

Publicar un comentario